¿CUÁNTO DURA EL EFECTO DEL BÓTOX?

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Estas son algunas verdades médicas sobre el tratamiento estético más popular en el mundo.

La toxina botulínica del tipo A, mejor conocida en el mundo como “Botox”, ha sido considerada recientemente como el tratamiento estrella que revolucionó la medicina estética. Su nombre ha sido escuchado al menos una vez en la vida de la mayoría de la población mundial y aunque su fama es grande, aún existen confusiones con respecto a sus usos, así como a su duración.

Existen múltiples tipos de toxinas, desde la A hasta la E, pero solamente la de tipo A es utilizada con fines estéticos, siendo las restantes para uso médico-funcional. La acción de estas neurotoxinas se basa en la relajación y/o parálisis muscular de manera temporal, lo que la hace una herramienta ideal para tratar las líneas de expresión que sean producto de la constante e inconsciente contracción de los músculos faciales y del cuello.

Vamos a detenernos en el término “relajación temporal” para tratar de definir algunos límites del tiempo de acción de la toxina botulínica tipo A y al mismo tiempo aclarar algunas dudas sobre si existen factores que puedan modificar esos límites.

Una vez colocada la toxina, ésta comienza a actuar en la placa neuromuscular de forma inmediata, pero los efectos de relajación comienzan a percibirse a partir de las 48-72 horas de forma muy sutil y día a día se van incrementando, logrando su pico máximo a los 15 días. La relajación obtenida debe mantenerse hasta los 3 a 4 meses dependiendo de la marca y la cantidad de producto colocado (unidades). A partir de ese momento comienza a descender la relajación, la cual se revierte completamente entre los 5 a 6 meses.

El esquema descrito es el que mencionan los laboratorios, que no siempre se cumple a cabalidad. Cabe entonces preguntarse ¿existen factores que inciden en la durabilidad de la toxina? Y en ese caso ¿cuáles son? ¿cómo evitarlos?

Recientemente se ha demostrado que existen algunos factores que modifican la duración de la relajación muscular producida por la toxina botulínica A, tales como:

  • El uso muy frecuente de la toxina disminuye la efectividad de la misma. Se ha descrito que se pueden realizar retoques antes de cumplir los 20 días posteriores a la primera colocación. Después de ese período se formarán anticuerpos contra la toxina y se anulará la efectividad en las próximas sesiones. Eso significa que más nunca tendrá efecto de relajación con la toxina. Se plantea entonces para lograr siempre la efectividad hacer sesiones espaciadas en períodos no menores de 6 meses.
  • Los hombres suelen presentar períodos de efectividad más cortos que las mujeres debido a que tanto la piel como la musculatura masculina son más gruesos y fuertes. Este factor es posible controlarlo colocando mayores dosis de toxina en los músculos que presentan mayor fuerza contráctil.
  • La búsqueda de un efecto muy natural se logra colocando dosis bajas de la toxina, pero tiene como contrapartida la reaparición de la movilidad de forma temprana. De forma contraria, la colocación de dosis altas logran mantener el efecto de parálisis por mayor tiempo, pero se corre el riesgo de ocasionar un rostro inexpresivo. El uso de dosis equilibradas dependerán de la pericia del especialista que lo aplique, así como de los requerimientos del paciente en cuestión.
  • Aquellas personas que realizan actividad física intensa, tales como levantamiento de pesas, lucha, etc., suelen perder el efecto de relajación rápidamente, ya que al realizar estas actividades contraen los músculos faciales con fuerza. Se recomienda evitar la realización de estas actividades las primeras 48 horas luego de la aplicación del producto, así como hacer las mismas frente a un espejo que ayude a concientizar y controlar al paciente su contracción facial.
  • Estudios recientes han demostrado que el consumo de Zinc diariamente, ingerido a partir del 4to o 5to día previo a la colocación de la toxina, permite una amplia durabilidad de los efectos buscados.
  • El consumo de ciertos medicamentos a la hora de aplicar la toxina pueden interactuar con la acción de la misma. Se han descrito efectos de tipo potenciador así como inhibitorios con algunos antibióticos y relajantes musculares. El deber es realizar siempre previo a la colocación de la toxina una historia médica y preguntar referente al consumo de medicamentos, siendo vital que el paciente aporte toda la información al respecto y evitar efectos secundarios indeseables.
  • Existen además otros factores capaces de modificar la eficacia del producto que no dependen del paciente, sino de la conservación de la cadena de frío exigida por el fabricante en todo momento. El no cumplimiento de la misma conllevará al deterioro de la molécula perdiendo en consecuencia su capacidad de producir relajación y parálisis.

También cabe aclarar que ninguna toxina botulínica A (Botox, Dysport, BTXA, Maxitox, etc.) produce efecto de relleno porque su uso es exclusivamente de relajación muscular. Además, es un tratamiento ideal para la sudoración excesiva (hiperhidrosis) de axilas, manos y pies, así como para muchas enfermedades del campo de la  neurológía, oftalmología y cirugía, por mencionar algunos.

Recuerden siempre acudir a médicos especializados y entrenados para la aplicación de este tipo de medicamentos para así obtener resultados satisfactorios y con el menor riesgo posible.