LO ÚLTIMO EN TÉCNICAS DE TENSADO: HILOS REABSORBIBLES O MÁGICOS

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La doctora Carmen Beltrán trae este novedoso material y procedimiento a Venezuela.

La ciencia y la cosmética han trabajado de la mano desde hace muchas décadas siempre con un fin común: prevenir los signos del envejecimiento y mejorar las imperfecciones estéticas que puedan presentarse según los cánones de belleza de acuerdo a las épocas. Esto hace entender que la búsqueda continua de mejoras debe adaptarse a las posibilidades de cambio, por lo que cada vez se suman más adeptos a las técnicas de rejuvenecimiento de tipo temporal (no permanentes) tal y como  encontramos en esta novedosa opción como lo son los Hilos Tensores Reabsorbibles.

Las técnicas de tensado facial mediante el uso de hilos iniciaron a final de los años 80, gracias a la creación de los hilos de oro, pero estos cayeron en desuso por su alto costo y la dificultad para asegurar la pureza del producto. Posteriormente comenzaron a aparecer los hilos rusos del Dr. Sulamanidze, los hilos aptos y muchos otros, los cuales lograban realizar tensado, pero presentaban algunas desventajas: son permanentes, se observaron cuadros infecciosos y reacciones de rechazo al material y en múltiples ocasiones se podían evidenciar a través de la piel generando verdaderas tracciones inestéticas. Finalmente, las técnicas y material (cánulas) de colocación eran cruentas, por lo que aumentaban los riesgos de lesiones a elementos nerviosos, vasculares y musculares y algunos exigían puntos de fijación al periostio (hueso) ocasionando dolores crónicos.

Desde hace 5 años aproximadamente, fueron creados en Japón un tipo de hilos tensores llamados Hilos Tensores Reabsorbibles de PDO, que se conocen comúnmente como los “Hilos Mágicos”. Este apodo lo han ganado gracias a sus múltiples beneficios y si se quiere, ninguna desventaja. Y es que los mismos están manufacturados a base de Polidioxanona (PDO), que es un material de sutura cardíaca reabsorbible, no alergénica y antimicrobiana que ha superado las pruebas de calidad y uso por más de 25 años sin reportar ninguna respuesta adversa. Estas características permiten el uso de las mismas sin riesgo a infecciones o rechazo, siempre que se cumplan las medidas de asepsia y antisepsia exigidas por cualquier acto médico.

Su mecanismo de acción se basa en la formación de fibrosis que genera retracción suave y estimula la aparición de nuevas fibras colágenas, por lo que aunque el hilo se reabsorbe en un tiempo promedio de 6-8 meses, sus efectos duran 1 año y hasta un poco más. Esta característica de reabsorción permite al médico ejecutante plantearse esquemas de uso diversos que se ajusten según los cambios que vaya presentando el paciente entre cada período de aplicación, evitando rostros rígidos.

Y es que sus ventajas van mas allá de las características de estos hilos, ya que el proceso de aplicación también es una de ellas. Los hilos reabsorbibles de PDO son muy delgados y vienen dentro de una aguja igualmente fina, siendo suficiente introducir la misma y retirarla de inmediato para depositar el hilo que se fija mediante minúsculas espículas que contiene en su conformación.  No amerita anestesia y una sesión dura un máximo de 30 minutos. Gracias a su escaso grosor y su color transparente, no se evidencian ni en la piel más fina.

Existen varios tipos de hilos reabsorbibles de PDO, cuya aplicación se decide según los fines que se buscan: hilos muy delgados y cortos para reafirmar, hilos enroscados para dar volumen o hilos un poco más largos y densos para tensar. Suelen colocarse múltiples hilos en la sesión, siendo un mínimo de 10 hasta 40 o más de acuerdo a las necesidades. Pueden igualmente usarse de varios tipos en un mismo paciente.

Otra de las ventajas que se conocen es que no interfieren con otros tratamientos estéticos como láseres, IPL’s, radiofrecuencia, toxina botulínica, Ultherapy o plasma rico en plaquetas, siendo más bien un efecto sumatorio al utilizarlos con otras técnicas. No se recomienda en áreas que presenten biopolímeros.

Los posibles efectos secundarios son inherentes al uso de punturas, tales como algún pequeño moradito (equimosis), hasta algún hematoma (muy raro) que se reabsorben en pocos días.  Igual se debe tener cuidado con las contraindicaciones ya que no deben aplicarse en una zona que esté infectada, pacientes diabéticos no controlados, personas que reciben tratamiento anticoagulante, con enfermedades autoinmunes o en un área con biopolímeros.

Para finalizar recordemos que todo tratamiento que implique el uso de agujas debe ser realizado exclusivamente por personal médico o personal paramédico (enfermería, asistentes), mediante autorización previa por parte del médico responsable.