ACIDO TRANEXÁMICO, UNA NUEVA ALTERNATIVA PARA TRATAR EL MELASMA

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El melasma es una de las patologías más comunes en la consulta de medicina estética y en dermatología.

El melasma es la coloración oscura de la piel que aparece, generalmente en el rostro, siguiendo esquemas simétricos en mejillas, cejas, área del bigote, pero también podemos verlo en escote, hombros y brazos. Se ve más en mujeres que en hombres y quienes las padecen suelen afectarse en mayor o menor grado en las esferas emocional y social porque se sienten poco agraciados, lo que disminuye su autoestima y se traduce en restricción de las interrelaciones por temor al rechazo.

Si bien su causa es aún desconocida, se asocia a factores múltiples hormonales, raciales, medicamentosos, genéticos, pero sobretodo, se relaciona a la sobreexposición a los rayos UV o solares.

Debido a que su causa es multifactorial, los tratamientos son también múltiples, tratando de controlar las complejas vías de interrelación de los melanocitos (células que producen el pigmento). Todos los tratamientos utilizados hasta ahora, con el ácido retinoico y la hidroquinona liderando la lista, no logran superar una mejoría del 50% de aclaramiento en la mayoría de los casos. Adicionalmente, la recidiva o mejor llamado “rebote pigmentario”, junto a la hipersensibilidad de la piel y la aparición de capilares sanguíneos en las zonas tratadas, se observan al cabo de suspender dichas terapias. Se han utilizado solos o combinados, los peelings de ácido kójico y ácido glicólico, dermoabrasiones, láseres, IPL y cremas con resultados muy variables. Es por ello que la ciencia ha sido perseverante en la búsqueda de resultados más contundentes y sostenibles en el tiempo, encontrándonos con una nueva opción terapéutica que está dando mucho de qué hablar: el ácido tranexámico.

El ácido tranexámico es un fármaco de acción procoagulante utilizado desde hace décadas para prevenir y/o tratar hemorragias en pacientes que cursen cualquier patología que afecte la coagulación.  De acuerdo a los estudios realizados, se observa que su acción antiplasmina actúa inhibiendo la cascada del ácido araquidónico (pro-inflamación) y esto a su vez tiene un efecto inhibidor de la enzima tirosinasa que es la que regula la formación de melanina o pigmento. De esta serie de pasos se obtiene una disminución de hasta el 70-90% de la pigmentación epidérmica, observándose a nivel histológico que la vascularidad del área pigmentada (evento que acompaña comúnmente al melasma), también disminuye dando un efecto global de piel aclarada.

Se han realizado estudios con diversas vías de aplicación, ya sea oral, infiltrativa o  tópica con resultados muy similares. Eso sí, debe ser indicado y aplicado sólo por médicos con conocimiento de sus alcances y riesgos, pues está contraindicado en casos de pacientes con historia de trombosis venosa, angina de pecho, así como debe ser estudiado su uso en casos de consumo de anticonceptivos, migrañas, alergias, dolor abdominal recurrente y otras patologías.

El ácido tranexámico se muestra como un fármaco seguro y eficaz para disminuir el melasma y su recurrencia, siempre y cuando sea utilizado bajo los esquemas ya estudiados donde resaltan protocolos de 12 semanas, observándose los picos mayores de aclaramiento a partir de la semana 8, por lo que se debe informar al paciente sobre la importancia de la continuidad, el cumplimiento y la paciencia con el tratamiento. No es menos importante que el paciente cumpla también con los esquemas continuos y repetidos de uso de protectores solares tanto químicos como físicos, así como el evitar la exposición continua y prolongada al sol y otras fuentes de radiación. Otro de los hallazgos descritos en los trabajos científicos hasta la fecha, es que no se ha observado reaparición o recidiva hasta 1 año posterior al tratamiento. Vale la pena esperar nuevos estudios para conocer la acción del ácido tranexámico después del año de uso.

Toda ayuda es poca para tratar el melasma, por lo que se están ampliando las terapias con el ácido tranexámico gracias a los laboratorios, quienes trabajan de forma incansable en pro de ofrecernos a los médicos y pacientes tratamientos de fácil aplicación, seguros, y con un mínimo de riesgos o efectos secundarios. No nos queda más que decir: BIENVENIDO, ACIDO TRANEXAMICO.