Investigación para la Medicina Estética.
La Onicomicosis, que es el nombre científico utilizado para denominar a los hongos que aparecen en las uñas, ha sido considerada de forma simplista como un problema de malos o pocos hábitos de higiene. Pero, ¿es tan solo esa la causa de su aparición? ¿cómo afecta a quienes la padecen?, ¿que hay en el marco de la medicina que pueda ayudarnos a combatirla?
Durante una investigación científica de tipo experimental que llevé a cabo en la consulta durante 2 años para la tesis del Máster en Láser y Fototerapia en Patología Dermatoestética, cursado en Barcelona, España, en donde pude evaluar, tratar y hacer un seguimiento al menos a 128 pacientes (457 uñas afectadas) fue posible observar algunos datos de gran interés que nos permiten hoy por hoy tener un panorama mas nítido referente a esta afección, lo que se traduce en mayores y mejores alternativas de tratamiento para aquellos que la padecen.
A continuación, revisemos un poco de la información recabada:
- El 30% de la población es susceptible a padecer al menos 1 vez de onicomicosis.
- El mayor número de casos reportado fue en mujeres en edades comprendidas entre 29 y 35 años de edad. Esta información coincidió con el hábito de realizar pedicura y manicura en centros especializados, así como el uso de calzado deportivo justo, lo que podría explicar la contaminación.
- En el caso de los hombres el grupo de edades comprendidas entre 45 y 55 años fue el que reportó más uñas infectadas.
- El 80% de las lesiones apareció en las uñas de los pies.
- Aproximadamente el 85% de los casos había utilizado con anterioridad tratamientos tópicos (lacas, spray, etc) sin curación.
- Solamente 2 personas menores a 18 años presentaron onicomicosis, lo que la hace considerar como una enfermedad de adultos.
Resultados de la investigación
Del total de los pacientes que acudieron a la consulta, se conformaron 3 grupos donde cada uno recibió tratamiento con láser de Nd-YAG de pulso largo, con los mismos parámetros (energía, pulso, diámetro de spot) pero con intervalos diferentes entre sesiones donde, el grupo I recibió sesiones semanales, el grupo II sesiones quincenales y el grupo III sesiones cada 21 días. Todos recibieron el mismo número de sesiones con controles al mes y 3 meses posterior a terminar el tratamiento. Dichos controles se realizaron mediante fotografías y cultivos de las uñas afectadas. Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
- El láser de Nd;YAG de pulso largo es eficaz como tratamiento de las onicomicosis.
- Es un tratamiento seguro, ya que no se reportaron efectos secundarios ni lesiones anexas producto de la utilización del láser.
- Si bien, todos los intervalos de tratamiento fueron eficaces, el intervalo semanal reportó mayor eficacia, alcanzando una respuesta favorable al tratamiento del 80%.
- Debido a los altos porcentajes de curación que se reportan con este tratamiento, sumado a los prácticamente inexistentes efectos adversos, se considera el tratamiento a elegir para pacientes que sufran de alguna enfermedad anexa que amerite el consumo de medicamentos que afecten la funcionalidad hepática (hígado) o que interactúen con los medicamentos antifúngicos clásicos.
- Los pacientes que recibieron el tratamiento y obtuvieron mejoría o curación, expresaron sentir más seguridad en si mismos así como las ganas de compartir más su vida social.
Otros datos sobre la Onicomicosis
- Las personas que padecen enfermedades tales como trastornos circulatorios, hiperinsulinismo, diabetes, obesidad, trastornos hormonales son más propensos a padecer esta enfermedad.
- Quienes sufren de Onicomicosis suelen no acudir a playas y piscinas por vergüenza a ser catalogados como personas “sucias”, siendo esto falso.
- Los riesgos de contaminación por instrumental de manicura/pedicura no desinfectados en centros que ofrecen estos servicios, son muy altos. Por lo tanto recomiendo a los clientes de este tipo de servicios exigir el uso de instrumentos estériles, así como una bolsa desechable en el recipiente donde humedecen las uñas.
- Situaciones de estrés sostenido, así como la mala alimentación aumentan el riesgo de sufrir de onicomicosis y de tener una mala respuesta a los tratamientos para tal enfermedad. En pacientes que iniciaron el protocolo de estudio que por motivos personales o laborales tuvieron cambios de vida en positivo (mudanzas, mejor calidad de vida) y suspendieron la terapia, se observó cura total de las lesiones al cabo de aproximadamente 1 año, así que es recomendable efectuar terapias para liberar el estrés, tales como el yoga y la meditación.
Sólo mediante la investigación científica podemos dar respuestas a muchas de las enfermedades y dudas terapéuticas que nos rodean, por lo que invito a mis colegas de la Medicina Estética a involucrarse en este tipo de proceso.