El avance de la ciencia médica a pasos agigantados nos sorprende cada día más, y en ese sentido ha aparecido la “nanotecnología” que define las ciencias y técnicas que se aplican a un nivel de nanoescala, esto es, unas medidas extremadamente pequeñas que permiten trabajar y manipular las estructuras moleculares y sus átomos.
Y es que la nanotecnología se perfila como una esperanza tanto para atacar o erradicar enfermedades que aún persisten sin tener una cura, pero también como una herramienta poderosísima para prevenirlas.
Esta rama de la tecnología se basa en la creación de productos, medicamentos en este caso, a partir de átomos y moléculas mucho más pequeñas, pero con mayor efectividad y calidad ya que sus propiedades físico-químicas son maximizadas para que lleguen a las células que se quieren tratar de forma focalizada.
A sabiendas de que el sector de la estética y la cosmética como industria se basan en el dinamismo y la vanguardia, no dudó mucho en integrar dicha tecnología para aplicarla al arsenal medicamentoso y obtener resultados fabulosos. La creación de productos nanoencapsulados nos ofrecen nanoemulsiones o liposomas que logran penetrar fácilmente a las capas profundas de la piel, donde liberan sus componentes activos, evitando así su activación anticipada y el riesgo de no cumplir la función para lo que estaban destinados o pudiendo generar efectos secundarios en capas más superficiales de la piel. Es así como se crean entonces nuevos serum, cremas o lociones ligeros, con menos efectos de sensibilización y mayor eficacia.
Como si esta buena noticia no fuese suficiente, a esta línea de productos se le suma un mecanismo de aceleración de penetración que optimiza las bondades de la nanotecnología, como lo es Nanopore turbo-Roller, un dispositivo de uso profesional que consta de una micro turbina que contiene un set de agujas mínimas las cuales, mediante efecto vibracional de penetración controlada, contribuyen a estimular la epidermis (estrato córneo) a la vez que incrementa la penetración de los productos nutritivos para que se produzca la formación de las fibras colágenas y elásticas de la mejor calidad posible. Descrito en términos sencillos, se realizan de forma simultánea un efecto mecánico y un efecto químico en pro de mejorar múltiples lesiones que afectan nuestra piel.
Entre sus múltiples aplicaciones destacan: antienvejecimiento, hiperpigmentaciones (melasma), deshidratación, fotodaño (daño solar), cicatrices, estrías y alopecia. No tiene contraindicación con respecto a los fototipos cutáneos (color de la piel) y lo mejor es que no limita al paciente, pues lo único que se puede observar es un ligero eritema (enrojecimiento) que pasa en minutos. Aún cuando se utilizan agujas, es un tratamiento que el paciente siente como un cosquilleo, por lo que no amerita anestesia. La diferencia entre este sistema y una mesoterapia clásica es que el número de microcanales de penetración de productos es mucho mayor, alcanzando hasta 900 microcanales por segundo. Este tratamiento se debe realizar de forma espaciada cada 3 semanas, pudiendo cumplir ciclos de 6-8 sesiones según sea el caso.
Algunas medidas de cuidado posterior deben cumplirse para evitar complicaciones, tales como: no maquillarse ni realizar actividad física durante las 24 horas posteriores al tratamiento, evitar la exposición al sol y utilizar protector. Está claro además que las pieles con alguna inflamación o infección no deben ser tratadas con este mecanismo, así como aquellas que tengan activo el virus de Herpes simple o Zoster.
Si bien Nanopore turbo-Roller es fácil de aplicar, es válido recordar que la última palabra la tiene el médico especialista, quien indicará la terapia más apropiada para cada paciente.