El peeling es un proceso de exfoliación o “peladura” que se efectúa para disminuir las capas superficiales de la piel pudiendo llegar hasta capas profundas, con el fin de remover las células muertas y/o tratar diversos tipos de lesiones. Se puede aplicar en toda la superficie que posea piel en el cuerpo, siendo el lugar más común, el rostro, siguiendo luego la espalda, cuello, brazos, manos, axilas y entrepiernas.
Explica la doctora Carmen Beltrán, especialista en medicina estética, que los peelings pueden ser físicos o químicos. Entre los primeros destacan la microdermoabrasión y el láser. Ambos son idóneos para tratar cicatrices, surcos y estrías, así como para el rejuvenecimiento cutáneo.
- Microdermoabrasión: Es una abrasión controlada de distintas capas cutáneas mediante un doble sistema de aspiración y compresión, que permite una dosificación del poder abrasivo de la máquina. Existen dos tipos: con microcristales de óxido de aluminio y con punta de diamante.
- Láser: Indica la doctora Carmen Beltrán que el láser Erbio-yag es el idóneo para lograr la ablación de la piel. La ventaja de esta novedosa técnica es que se puede controlar la profundidad del rayo a un promedio de 30-40 micras por pase, eliminando el tejido desvitalizado y al mismo tiempo reestructurando las fibras colágenas por calentamiento.Existe igualmente el láser de CO2 el cual es aún más ablativo pero, se corre un gran riesgo de llegar a capas muy profundas con las consecuentes y temidas cicatrices.
El principal beneficio obtenido con el peeling con láser de Erbio-yag es el rejuvenecimiento facial, debido a la acción de calentamiento y reestructuración sobre el colágeno. Esta técnica es adecuada para manchas, queloides y cicatrices (acné, traumáticas, injertos de piel, etc.).
Estos métodos están contraindicados en pacientes inmuno-suprimidos (con inmunidad baja), que presenten procesos infecciosos, herpes y/o lesiones en las áreas a tratar (vitiligo, psoriasis, etc.). Igualmente no se puede aplicar en aquellos pacientes con tendencia a la formación de queloides, ni con historia de trastornos hepáticos.
Los peelings químicos
También existen los peelings químicos, basados en la colocación de ácidos con diversos niveles de pH y/o concentración, factores que permiten diferentes niveles de profundidad, según el efecto que el médico quiera lograr.
Señala la doctora Beltrán que, habiendo diversidad de sustancias, es imprescindible evaluar el fototipo de la piel (morena, blanca, muy oscura, etc.) y la necesidad del paciente. Una vez efectuadas estas consideraciones, el especialista toma una decisión.
Algunos peelings químicos producen descamación marcada, mientras otros brindan brillantez y luminosidad a la piel.
Son ideales para eliminar el acné, manchas, poros abiertos y cicatrices leves. Para queloides no es la mejor opción.
Entre los peelings químicos destacan:
- Los AHA (Alfa Hidroxi Acidos): familia a la que pertenece el ácido glicólico, pirúvico, tartárico, mandélico y el lactobiónico (AhA de 3° generación).
- Otros, como el ácido salicílico (beta hidroxiácido), tricloroacético, resorcina, ácido retinoico, solución de Jessner, ácido azelaico y el fenol light. Pese al furor que está causando éste último, la doctora Beltrán indica que debe ser aplicado con sumo cuidado, descartando antes que el paciente no tenga antecedentes de enfermedades cadiovasculares, ni respiratorias.
Actualmente están saliendo al mercado fórmulas combinadas mucho más seguras que las antiguas y mas cómodas tanto en su forma de aplicación como en los signos que provocan al paciente, las mismas funcionan muy bien como tratamiento sinérgico con terapias láser para cicatrices, estrías y manchas.
¿Cómo elegir el peeling adecuado?
Carmen Beltrán recomienda en primer lugar conocer el tipo de piel y la fotosensibilidad. Un profesional en el tema además toma en cuenta las alergias del paciente (si por ejemplo, la persona es alérgica a la aspirina, no se le puede aplicar ácido salicílico), tipo de vida (si se trata de alguien que trabaja al aire libre o que hace ejercicios permanentemente, hay que tomar precauciones extra, como evitar exponerse al sol o sudar). Incluso es importante conocer la historia médica.
¿Qué se debe hacer para lograr buenos resultados?
Los resultados satisfactorios dependen del especialista que haga el peeling y también de los cuidados del paciente, entre los que se cuenta:
- 15 días previos al peeling facial debe realizarse una limpieza de cutis e iniciar tratamiento con despigmentantes tópicos.
- Utilizar bloqueador solar factor 50 quince días antes y 6 meses después del peeling.
- El bronceado debe evitarse 15 días a un mes después del procedimiento.
- Evitar los peelings la primera semana después de un bronceado o exposición solar.
- Beber abundante agua, es decir, hidratar el cuerpo.
Ventajas que proporciona el peeling
- Rejuvenecimiento
- Aclaración de la piel.
- Cierre de poros.
- Luminosidad
- Disminución o desaparición de cuadros acnéicos.
- Tersura en la piel.
- Disminución o eliminación de queloides, arrugas, cicatrices y manchas.
- Reactivación del ciclo de recambio celular dérmico y epidérmico.
- Hidratación.
- Disminución del grosor de la capa córnea.
- Reactivación del proceso circulatorio.
- Reestructuración de las fibras colágenas y elásticas para lograr el efecto “lifting”.
Dependiendo del caso, se decidirá la frecuencia con que se realizarán los peelings. Si se efectúa un mantenimiento de rejuvenecimiento de rostro lo ideal es cada 3 a 6 meses, a partir de los 30 años.
